caballo blanco

El anciano y el caballo

Una nueva historia ancestral, de origen desconocido, que nos va a ilustrar sobre lo que hay dentro de nuestra mente. Este cuento corto, nos va a mostrar una gran realidad. Su final y moraleja, fácilmente comprensible, nos enseña una de las grandes verdades de nuestra vida.

Piensa sobre ello y comprenderás una de las grandes herramientas que componen la felicidad.

El anciano y el caballo

Hace algún tiempo, en una casita acogedora, vivía un anciano sabio y su hijo, junto a un caballo al que querían con locura.

Un día, el caballo se escapó y, cuando los vecinos se enteraron, fueron corriendo a presentar sus condolencias a la familia.

El anciano los dejó entrar, sin embargo, después de escuchar pacientemente sus lastimosas palabras que le decían para mostrarle su apoyo, y diciéndole constantemente que no era justo tener esa mala suerte, el simplemente dijo:

  • Lo único cierto, es que nuestro caballo se ha escapado, si es bueno o malo, sólo el tiempo lo dirá.

Los vecinos dejaron la casa de la familia, pensando que el dolor les habría nublado el razonamiento.

Días después, el caballo volvió a la casa de la familia del anciano, pero apareció acompañado de una yegua salvaje, blanca y preciosa con un porte único.

Los vecinos, maravillados ante semejante suerte, fueron nuevamente corriendo a presentarle su alegría al anciano; esta vez, el anciano les contestó:

  • Lo único cierto, es que nuestro caballo ha llegado acompañado de una yegua; que esto sea buena o mala suerte, sólo el tiempo lo dirá.

Los vecinos ya empezaban a pensar que a este hombre le ocurría algo, pero como le tenían en gran estima, no dijeron nada más y se fueron.

Poco después, el hijo del anciano decidió que ya era hora de domesticar a la yegua, y subió sobre ella para domarla. Sin embargo, cuando se encabritó, tiró al hijo del anciano y en la caída se rompió una pierna.

El médico les dijo que fue una muy mala caída y que la cojera la tendría para siempre.

Los vecinos, fueron nuevamente a la casa del anciano para llorar con él la mala suerte que había tenido su hijo, pero el anciano les dijo:

  • Lo único cierto, es que mi hijo se ha roto una pierna. Que eso sea bueno o malo, sólo el tiempo lo dirá.

Después de esto y, sin comprender nada, los vecinos se fueron.

Tiempo después, el reino erró en guerra; los soldados del Rey fueron a llevarse a todos los jóvenes del pueblo, para que lucharan en la guerra y probablemente, murieran en ella. Cuando vieron al hijo del anciano, y comprender que cojo no podría luchar, le dejaron quedarse en su casa; con ello, probablemente, le salvaron la vida.

El anciano aprovechó para transmitirle una gran enseñanza a su hijo:

Las cosas que nos pasan no son buenas ni malas, sólo nuestras expectativas del momento lo deciden. Sin embargo, es el tiempo el que realmente da la respuesta a todo lo que nos sucede.


Nunca olvidéis que, los acontecimientos encadenados, son el proceso que todos vivimos, por el que encontramos explicaciones a las cosas que nos ocurren.

Si quieres verlo en video, aquí tienes el enlace !!

Soy Coach, escritor y Formador de Coaches con más de 30 años de experiencia con estas herramientas. En el centro de Coaching, imparto cursos de certificación para Coaches y ofrezco sesiones tanto a empresas como a particulares, con herramientas muy específicas y personalizadas, para aumentar la rentabilidad y la productividad. Formo parte de una reconocida escuela de negocios y de una certificadora de Coaching internacional. Mi enfoque se basa en el Coaching esencial, sin dejarme influenciar por las tendencias actuales. Me considero un detective que busca identificar la brecha entre tus metas y tus capacidades, ofreciendo una perspectiva diferente a aquellos que interactúan conmigo.

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