¿Qué es la Inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es uno de esos conceptos, relativamente nuevos, para el que muchas personas no tienen claro cuál es su significado y sus implicaciones.
De siempre, parece que el único concepto que se escuchaba y al que se le daba relativamente importancia, era el del coeficiente intelectual; pero de unos años hacia la actualidad, parece que ha llegado con fuerza algo que, aparentemente, es más “poderoso”, y se trata del coeficiente de inteligencia emocional.
Vamos por partes y, siguiendo un orden lógico, comencemos con las definiciones:
La inteligencia emocional, es el talento con el que somos capaces de reconocer, aceptar y enfocar nuestras emociones y las de los demás, para conseguir nuestros objetivos a través de una nueva dirección de nuestra conducta.
Dicho de otra forma: para conseguir lo que queremos, debemos controlar nuestras emociones y enfocarlas en la dirección adecuada; y, por otro lado, tener la capacidad de observar y comprender las emociones de los demás.
Por si no ha quedado claro, controlar las emociones, implica identificarlas y gestionarlas de la forma correcta, lo cual se convierte en una gestión larga de trabajo y paciencia; sin embargo, los resultados que se pueden obtener son tan increíbles, que una vez se entra en este proceso de pensamiento, “engancha” tanto que, difícilmente, lo abandonaremos.
En todo este proceso de aprendizaje, hay muchos factores que influyen, como nuestra impronta, nuestra cultura social, nuestra educación, los ambientes en los que hemos vivido, nuestras experiencias vitales…
Hay muchas personas que tienen desarrollada esta capacidad de forma natural, sin embargo, también existen muchos matices, que serían de gran utilidad estudiar y comprender y, para eso, están los cursos y terapias.
De forma resumida, podemos decir que la inteligencia emocional se divide en 4 grandes bloques:
- La autoconciencia: lo que sentimos en nosotros mismos
- La empatía: lo que sentimos en los demás
- El autocontrol: lo que hacemos en nosotros mismos
- Las habilidades sociales: lo que hacemos en los demás
Como se puede comprobar, son las principales áreas de trabajo de Desarrollo de Aptitudes Personales.
Estas habilidades, se están desarrollando durante toda la vida, se van perfeccionando y ampliando; no es algo que se estudie y “ya está”, sino que hay que trabajarlo y enfocarlo diariamente en nuestra vida.
Y si hablamos de los “premios” que podemos obtener desarrollando estas facetas de nuestra vida, podemos hablar de:
- Conseguir ser más libres, en relación a las adicciones que nos ofrece la vida
- Conseguir mayor satisfacción y logros en nuestro trabajo y en nuestra vida privada
- Tener una personalidad más carismática y atrayente
- Desarrollar unas relaciones sociales e íntimas más satisfactorias
- Mejorar nuestra salud mental y física
- Disfrutar del trabajo que se tiene, aunque no sea vocacional
- Tener mayor capacidad para iniciar relaciones de todo tipo
- Saber evitar discusiones, disgustos y preocupaciones
Por si alguien no se había dado cuenta después de haber leído todo lo anterior, las personas que actualmente tienen éxito en la vida, son las que tienen la inteligencia emocional más desarrollada, lo que no implica que tengan un coeficiente intelectual alto.
Si queremos saber si nuestra inteligencia emocional es alta o no, podemos hacer un pequeño “auto estudio” de 7 preguntas, para obtener unas primeras nociones:
1. ¿Somos capaces de estudiar nuestras reacciones con objetividad?
Qué actitud tomamos ante determinadas situaciones, marcará la diferencia entre conseguir nuestros objetivos o no. El descontrol de las emociones, puede convertir cualquier suceso en un drama, con nefastas consecuencias. Es más, las personas propensas a la depresión, suelen tener la inteligencia emocional bastante baja.
2. ¿Somos capaces de reconocer nuestras emociones negativas?
Sería muy interesante convertir todo lo negativo en un reto, dando luz a las emociones positivas. Las incertidumbres, la ansiedad y las preocupaciones, pueden hundir una vida; sin embargo, todo ello puede modificarse a nuestro favor.
3. ¿Somos capaces de modificar nuestras emociones según la situación?
En algunos casos, las emociones toman el control de nuestros actos y sacan lo peor de nosotros, sin embargo, es preciso realizar un control de esos momentos, para dar la vuelta a esa situación y convertirla en algo favorable. Controlar las emociones, nos permitirá pensar con claridad.
4. ¿Somos capaces de comprender a las personas de nuestro entorno?
No sólo es suficiente con conocer y gestionar nuestras emociones, sino que debemos comprender las de las personas con las que nos relacionamos en todas las facetas de nuestra vida; eso nos va a permitir conocer las “estrategias” que nuestro interlocutor puede desarrollar, y actuar en consecuencia para lograr nuestros objetivos. Por este motivo, en las empresa se está trabajando de forma intensa la inteligencia emocional.
5. ¿Somos capaces de saber cómo nos sentimos en cada momento?
Identificar y reconocer nuestras propias emociones, nos va a permitir avanzar en la dirección correcta en cada situación. Al saber lo que sentimos y por qué, tendremos una comprensión superior de nosotros mismos y de nuestro entorno, lo que nos lleva hacia el primer paso para el éxito, sin hacernos daño a nosotros mismos.
6. ¿Somos capaces de manejar y controlar nuestras emociones?
En primer lugar, debemos asumir que no podemos controlar las acciones de otras personas, sólo cómo nos sentimos hacia ellas. Por lo tanto, cambiando nuestro enfoque o punto de vista, alcanzaremos el nivel de comprensión necesario para conseguir el control que necesitamos.
7. ¿Somos capaces de asumir la total responsabilidad de nuestros actos?
Si asumimos nuestros sentimientos y comportamientos, se genera un acto de liberación emocional que nos aportará mucho más control. Reconocer hechos generados por nosotros, forma parte de la sabiduría del autoconocimiento, lo que nos va a aportar una gran fortaleza interior, con las consecuencias positivas que conlleva.
Si después de leer este artículo, hemos detectado y comprendido que necesitamos desarrollar más nuestra inteligencia emocional, es el momento de dar el primer paso para descubrir el gran camino que tenemos delante.
Realizarlo en soledad es complicado, pues requiere mucha fuerza de voluntad y algunos conocimientos más profundos sobre la materia, pero puede trabajarse y conseguirse. Si finalmente crees que necesitas ayuda, llámame, podrás descubrir los secretos de una vida diferente, orientada a la luz, la paz y una autoestima desarrollada, que, tarde o temprano, te llevará en la dirección necesaria para cumplir los objetivos que tanto deseas.
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