Por qué se acaba el amor y su magia?
Tristeza de amor
Tristeza de amor, como aquella serie de televisión de hace tantos años…. Es inevitable sufrir por amor alguna vez en nuestra vida; hay veces en que tal como empieza se acaba…
¡¡ Qué bonito es todo los primeros días !!
Un juguete nuevo siempre es divertido
Una escoba nueva siempre barre bien (como decía Shakira en una de sus canciones)
Pero ¿qué ocurre al cabo de un tiempo ? ¿por qué, en tantas ocasiones, dejamos de lado, poco a poco, aquello que nos llamaba tanto la atención?
Cuando hablamos de las relaciones, y que ocurra éste proceso de alejamiento paulatino, por el término de las ilusiones iniciales, implica que hay sufrimiento, decepciones e, inevitablemente, ruptura.
Raro es aquel ser humano que nunca ha sufrido por amor. Conocemos a una persona, nace la ilusión, la magia, las ganas de volar a su lado, de dejarlo todo para estar siempre a su lado.
Comienzan las ilusiones, el planteamiento del futuro, las sonrisas, cuando pensamos en que queda poco tiempo para coger su mano, el recuerdo de los olores, sabores y demás sensaciones.
La pasión y la intensidad de los comienzos, es una fuerza tan profunda e inmensa que, prácticamente anula toda otra actividad paralela. En los adolescentes es especialmente llamativa; por eso cuando ya tenemos más edad, y nos ocurre ese re-descubrimiento de la magia, enseguida decimos eso de: “me siento como un adolescente”
Las novedades, generalmente nos causan sensaciones de ilusión y continuidad, el problema radica, cuando nos damos cuenta que la ilusión y la magia se han ido.
¿Qué ha ocurrido?
Algunos estudiosos de la materia, hablan de conceptos químicos, psicológicos y fisiológicos en general. Sinceramente, estoy completamente de acuerdo con todos ellos; creo que la química, tiene una función primordial en éste tipo de situaciones y, que cuando la fórmula no es la correcta, todo se pierde.
Pero si pensamos así de terrenales… ¿dónde está la magia?
Mi exceso de romanticismo, me lleva a en pensar en lugares lejanos, caballeros de armaduras oxidadas y damas en almenas de largas melenas. Y también en suspiros perdidos en el tiempo y, esperanzas de una vida llena de amor.
Mi punto de vista, me dice bien claro cómo debo plantearme el fin de la magia:
Hubo un momento, en el que no hay más mundo, que el que esa persona me aportaba; hubo otro momento, en el que esa persona no llenaba mi mundo, o yo no lleno el mundo de ella. Duele, claro que sí. Es el fin de una ilusión, de una esperanza, de un sueño; de una situación maravillosa, en la que todo eran sensaciones celestiales… pero se acabó; el motivo realmente no importa, sólo importa mi actitud hacia esa ruptura; sólo importa qué voy a hacer a partir de ahora.
Y decido llorar, por el fin de aquello que yo pensé que había construido, y que nunca verá la luz, pero también, decido levantar la mirada para ver lo que tengo delante, sabiendo que, en cualquier momento, una nueva magia se apoderará de mi y. Quizá tenga suerte y sea la definitiva.
Y cuando llegue esa magia definitiva, todo será distinto; así que, mientras tanto, disfrutemos de la vida, de la magia, de las ilusiones y no tengamos miedo a vivir desilusiones; pues hasta el dolor de una ruptura, es capaz de generar experiencias y aprendizajes que nos permitirán, en un futuro, diferenciar la magia verdadera, de la que no lo es.
Puri
son momentos muy duros, creo que todos los hemso pasado alguna vez. UNa vez me ayudaste en este caso y aún te lo agradezco, hata para la cosa más tonta hace falta ayuda