El tiempo se va, se pierde, y no vuelve
El tiempo se va, se pierde, y no vuelve
Es una frase mágica que nos hace pensar en nuestro futuro.
Aprovechar el tiempo al máximo, es uno de los retos de cualquier persona de la sociedad actual; aunque sólo sea para pasarlo bien, siempre hay muchas cosas que hacer y queremos que nos dé tiempo a todas.
Eso implica, por deducción lógica, que primero hay que hacer unas y, al acabar, las que nos queden.
Dicho así, parece de sentido común, sin embargo, a la hora de la verdad, lo que ocurre es que el tiempo ha pasado y nos quedan muchísimas cosas por hacer.
El motivo es lógico: es tan fácil, como que no realizamos en primer lugar, las cosas que realmente debemos hacer, sino aquellas que más nos apetece, o más nos gusta, o que son más fáciles de realizar.
Todo en esta vida, debe desarrollarse con un orden; hablamos de priorizar aquellas cosas que son más importantes que otras. El que seamos capaces de pensar en muchas cosas a la vez, no quiere decir que, físicamente, seamos capaces también, de hacer muchas cosas a la vez. Por lo tanto, debemos valorar cuáles son aquellas cosas, que precisan nuestra atención inmediata y cuáles son aquellas que pueden esperar un poquito más.
Aprender a priorizar de forma efectiva, puede ayudar a ser en una persona más eficiente, ahorrar tiempo, energía y reducir el estrés.
Por lo tanto, aprendamos a organizar las tareas en distintas categorías y niveles de dificultad, y empecemos a abordarlas de la forma adecuada.
Habrá quien piense que este tipo de organización es excesiva para una vida “normal”, pero os aseguro que no lo es en absoluto.
Una de las claves para ser productivo, aunque sea en vacaciones, consiste en saber cómo priorizar las tareas.
Hagamos unas preguntas simples para evaluar nuestras acciones:
- ¿Te pasas el día apagando incendios?
- ¿Los problemas te acribillan todo el día, cada día?
- ¿Te has convertido en un experto administrando crisis?
Si respondemos afirmativamente a estas preguntas, significa que nos centramos en los temas urgentes; es decir, en los que reclaman atención inmediata. Deberíamos enfocarnos en lo realmente importante.
La realidad es que, si no tenemos cuidado y no sabemos cómo priorizar, pasaremos gran parte de nuestro tiempo ocupándonos de las tareas urgentes. Haciendo eso, al final no tendremos tiempo para manejar los temas importantes.
Normalmente, resulta fácil identificar las tareas urgentes, puesto que los problemas son llamativos, escandalosos y captan la atención.
Lo importante, en cambio, es distinto, hay que darle otro enfoque.
La importancia de una tarea se define en función de los beneficios y las consecuencias. Es decir: de los beneficios que logramos haciéndola y de las consecuencias negativas que tiene no hacerla.
- Cuanto mayores son los beneficios, más importante es el tema en cuestión.
- Cuanto peores son las consecuencias de no ocuparse de una actividad, mayor importancia tiene.
El primer paso para priorizar nuestras tareas es plantearse 5 preguntas clave que nos van a ayudar a identificar las realmente importantes:
- ¿Cuáles son los beneficios?
- ¿Qué ocurrirá si no te ocupas de esa tarea?
- ¿Cuál es el beneficio que obtienes por acabar la tarea?
- ¿Qué estás intentando conseguir?
- ¿Puedes conectarla con tu misión o metas?
Planteemos siempre estas 5 preguntas clave, cada vez que nos enfrentemos a una nueva tarea. Esto nos ayuudará a decidir si es importante o no.
Antes de sentarnos a analizar, cuáles tareas son prioritarias en nuestra agenda de actividades, es preciso que apliquemos ciertos indicadores para medir su importancia. Lo podemos hacer aplicando la siguiente clasificación:
- Buscar las tareas de beneficios tangibles
- Encontrar las tareas de beneficios intangibles
- Seleccionar las tareas de beneficios bajos
Si alguien tiene intención de ampliar todos estos conceptos y esquemas, y aprender más sobre cómo priorizar, habla conmigo.
Aprender a priorizar, no es una misión imposible.
Parece que se pierde mucho tiempo preparando todos estos procesos. La realidad es que, posteriormente, es tanto el tiempo que se gana, esfuerzo que evitamos y los disgustos que nos ahorramos, que compensa con creces todos estos ejercicios y pensamientos.
El estar permanentemente dedicados a las cosas importantes, pero no urgentes, nos liberará de estrés y nos hará más efectivos y exitosos en cualquier actividad. Además, si siempre estamos en esta área de lo no urgente e importante, para cuando sea urgente ya estará hecho.
El tiempo se va por sí sólo, y hay que administrarlo de la forma adecuada. No hacerlo, lleva consigo un camino directo al estrés y a la falta de disfrute de nuestras acciones.
¡No permitáis que el tiempo se escape!!
4 Comments
Gabr.90
ya te digo !! ese corre más que un galgo desbocado jajaja
Gloria Contreras Cobis
Buenos días. Efectivamente al no tener organizada las metas en orden de prioridad se llega al colapso ,que se traduce en estres y frustración, consideró que de manera práctica el ser humano debe tener establecidas metas a corto, mediano y largo plazo y esto va estrechamente relacionado con las necesidades básicas y lo que nosotros consideramos necesitamos de acuerdo entre otras cosas a nuestro entorno social y experiencias. Cabe destacar tener claro los sueños propios y no los de los demás. Definitivamente es buscar la salud mental y no perder de vista que somos seres biopsicosociales espirituales. Un excelente, bendecido y productivo día. Gloria Contreras