No sé lo que quiero ser en la vida
¿ Por qué estudio para médico si realmente quiero ser Stripper?
Ser Stripper, en éste caso, es evidentemente una metáfora… y, si nos vemos reflejados en ella, es que no estamos donde realmente debemos estar.
Por condicionamientos sociales, creados sobre todo por nuestras familias o seres que nos afectan más directamente, se generan muchos casos, en los que los los estudios realizados, no son los acordes con lo que nuestro interior realmente desea.
El fracaso en las universidades es muy elevado, motivado, en gran parte, por la presión que ejerce nuestro entorno sobre nuestra capacidad de decisión, acosándonos constamente con lo que debemos y lo que no debemos hacer…
Hace muchos años, la gran Concha Velasco cantaba una canción que se llama “Mamá, quiero ser artista“
Ese caso ha sido muy común en todas las épocas:
Personas que desean con toda su alma llevar un camino determinado en la vida, pero por miedo al qué dirán, o a los reproches de su entorno, finalmente no lo siguen.
Con los años, la tristeza, la amargura, el no ver salida a la vida, el tomar decisiones equivocadas, forma parte del día a día por algo, que aparentemente, no tiene mucha importancia.
El estudiar lo que realmente queremos estudiar, o simplemente realizar aquellas actividades que realmente deseamos para ganarnos la vida, pueden marcar, en muchísimos casos, el éxito o el fracaso en nuestra vida en general.
El sistema escolar, desde bien temprano, tampoco enseña de forma correcta cómo averiguar o fomentar nuestra vocación. Parece que durante todos nuestros más tiernos años, se centran en meternos conocimientos a punta de pistola, sin enseñarnos, en ningún momento, capacidad de decisión o, simplemente, cómo buscar aquello que nos gusta.
Millones de adolescentes en todo el mundo, cuando llegan al momento de elegir sus estudios, realmente no tienen claro cuál es vocación…..
Eso dice mucho de lo que ocurre en nuestra sociedad, parece que pocas personas lo ven.
Si nuestros hijos quieren ser Stripper, fontaneros, mecánicos, camareros, jugadores online, youtubers, o cualquier otra profesión que no nos parezca adecuada; vayamos de su lado, fomentemos su arte y creatividad. Que sepan que estamos con ellos pase lo que pase y, que si se equivocan, nos tendrán a su lado para elegir un nuevo camino.
Que no tengan miedo a decir lo que realmente les gusta, y si no son capaces de averiguarlo, centremos nuestros esfuerzos en ayudarles. Es preferible un año de retraso, para poder elegir qué camino tomar en la vida, a toda una una vida de frustración por no haber elegido el camino adecuado.
Siempre se puede cambiar ese camino, pero, ¿a que no queremos que nuestros hijos sufran lo que hemos sufrido nosotros? Ya bastante aprenderán en sus vidas a base de golpes… intentemos quitarles algún peso de encima.
Y quizá, algún día, el sistema educativo y la sociedad, decidan cambiar sus métodos y centrarse en construir personas y no clones.
Guz
yo quería ser médico, pero acabé como camionero jajajaj