Liderazgo ¿eres un líder o quieres serlo?
Es un concepto alcanzable
La palabra liderazgo, puede definirse de muchas formas, veamos algunas de ellas.
Seguro que muchas veces, hemos visto a un tipo de personas que, como poco, nos quedamos observándolas con admiración….
y decimos (aunque sea en nuestro pensamiento) “me encanta esa persona”…
Puede que sea por su sonrisa, su mirada, sus movimientos, la forma de hablar, la fuerza que transmite, la claridad en su transmisión de ideas, cómo hace que los que están a su alrededor le sigan, cómo sirve de ejemplo y qué buenas ideas tiene….
Sin duda, si sumamos esas características, estamos ante un líder; y seguro que hay muchos rasgos de ese tipo de personas que nos gustaría tener en nuestro poder.
Es evidente, que los dones recibidos de nacimiento influyen, pero tan sólo en la velocidad en que una persona puede convertirse en líder; el resto de las características pueden trabajarse, entrenarse, dirigirse y convertir a una persona reactiva, en una proactiva, desarrollar el liderazgo.
¿fácil? Pues no, para qué vamos a decir lo contrario.
¿satisfactorio? Sin duda, ya que con el tiempo, cuando observamos nuestro proceso de evolución, lo mínimo que experimentamos es sorpresa, unido a un sentimiento de orgullo y plenitud que da sentido a muchas cosas de las que hacemos.
Nosotros hemos aprendido a escuchar, a ser pacientes, a comprender, a leer entre líneas, a pensar antes de hablar, a estudiar nuestro entorno…
También hemos aprendido a hablar con seguridad, a fijarnos en los detalles que tenemos alrededor y a valorar cada cosa según su importancia.
y cómo no, hemos aprendido a transmitir nuestras ideas de forma correcta, y a hacer que las personas quieran escucharnos, porque nuestras ideas y valoraciones, están justificadas con experiencias y estudios.
Por supuesto, hemos conseguido que las personas nos busquen, y cuenten con nosotros para generar nuevas actividades, haciéndonos propuestas constantemente.
y por último, hemos aprendido a enseñar, con humildad, a sonreir mientras hablamos, a ayudar sin esperar nada a cambio y a tirar del carro sin esperar a ver si hay alguien que empuja con nosotros.
Se puede conseguir, sólo hay que quererlo, desearlo con fuerza y saber que nadie nos va a regalar nada y que nuestro esfuerzo marcará la diferencia.
Bienvenidos al futuro y al sentido de liderazgo que necesitarán las nuevas generaciones para salir adelante.