2 Halcones y un Rey
¿Conocéis la historia que se llama “2 halcones y un Rey”?
Muchas personas antes que nosotros, han usado las historias y cuentos para transmitir ejemplos o enseñanzas de vida.
Ahora nosotros podemos disfrutarlas y aprender de ellas; yo suelo usarlas mucho en las sesiones de Coaching, ya que no dejan de ser ejemplos a seguir, que favorecen la asimilación de ciertos pensamientos.
Existen cientos, y voy a intentar recopilar algunas de ellas para escribir los siguientes post.
Normalmente aquí escribo mis pensamientos, ideas o enseñanzas a aplicar, pero como me siento muy identificado con todas estas historias y cuentos cortos, no creo que haya ningún problema en que consten en mi blog.
Eso sí, quiero dejar claro que no son cuentos imaginados por mí, sino que están transmitidos de generación en generación.
Y no os perdáis la moraleja del final !!!
El primero de ellos, como ya os podéis imaginar, se llama:
“2 halcones y un Rey”
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en un país del que no vamos a decir el nombre por temas de “privacidad”, reinaba un buen hombre, que era amante de los animales, o así pensaba él de sí mismo.
Un buen día, un familiar cercano, sabiendo de su amor hacia los animales, le hizo un regalo único, una pareja de crías de halcón que habían podido salvar de un nido, después de que su madre falleciera.
El Rey, muy agradecido por el regalo, agasajó a su familiar como se merecía e inmediatamente le entregó las crías de halcón al encargado de la cetrería de palacio. Nadie mejor que él para comprender la naturaleza de esas aves y llevarlas a su máximo potencial.
Meses después, las crías ya habían crecido, y el encargado de criarlas fue a comunicar al Rey el resultado de la crianza.
-Majestad, los halcones que me encomendásteis hace meses ya han crecido y son adultos. Uno de ellos está volando por los cielos como si fueran suyos y verle volar entre las nubes es un regalo para los ojos. Pero el otro…. Está aferrada a una rama del árbol del jardín, y no soy capaz de hacerle volar…
El Rey, a la vez que feliz por el vuelo de uno de los hermanos, se quedó profundamente preocupado por la incapacidad del otro halcón para emprender el vuelo.
Para poder solucionarlo cuanto antes, emitió un comunicado a todo el reino, instando a los que tuvieran conocimientos de la materia, que acudieran inmediatamente a palacio, para solventar el tema y enseñar al halcón a volar.
Muchos lo intentaron, todos ellos presumiendo de vastos conocimientos del tema, pero ninguno lo consiguió. El rey estaba deseando dar una gran recompensa a quien lo consiguiera, pero ya estaba desesperado, pues parecía una labor imposible.
Pocos días después, un empleado de palacio fue corriendo a avisar al Rey.
-Majestad, venid por favor, el segundo hermano halcón está volando, alguien lo ha conseguido !!!
El Rey era feliz, por fin su querido halcón podía volar, así que hizo llamar a su presencia a la persona que había conseguido semejante milagro.
Cuando trajeron a quien lo consiguió, el Rey se encontró ante él a un joven, mal vestido, algo sucio, claramente un campesino y cara de asustado.
Enternecido por su juventud y miedo, se acercó a él para entregarle la recompensa, a la vez que le miraba a los ojos y le preguntó:
-Mi querido niño, ¿Cómo es posible que tú, en tu juventud, hayas conseguido lo que tantos sabios y expertos no han podido conseguir?
El niño, algo más confiado al ver la sonrisa del monarca, le miró a los ojos y con una pequeña sonrisa de orgullo, le dijo:
-Muy fácil Majestad, sólo le rompí la rama donde se agarraba con tanta fuerza. Una vez rota, no le quedó más remedio que volar.
Con una gran carcajada, el Rey entregó la recompensa al muchacho y le instó a que se quedara para siempre en Palacio, ya que, una mente clara y no contaminada, podría ser de mucha más ayuda que la de grandes titulados que creen saberlo todo.
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La moraleja de esta pequeña historia es muy clara:
El miedo nos impide hacer muchas cosas, nos impide crecer, sacar lo mejor de nosotros mismos.
Confiar en lo que hay en nuestro interior y ser capaces de tomar decisiones, sólo se podrá conseguir si “rompemos” nuestra rama personal y volamos libres.
Que el miedo nunca nos paralice, pues comprobaréis que tenéis en vuestro interior, mucha más fuerza de la que habéis imaginado.
Si queréis ver esta pequeña historia en video, es dejo un enlace.