Todos nos equivocamos, y no tiene nada de malo asumir que errores; lo realmente preocupante, sería no reconocer esos errores. Sin embargo, a lo largo de nuestras vidas, cometemos pequeños errores, complicados de asumir, que pueden tener consecuencias más importantes de lo esperado.
En este curso aprenderemos a diferenciar lo que es un error y lo que no; y si descubrimos un error, aprenderemos a asumirlo, a actuar en consecuencia y a gestionarlo de forma correcta. Nuevamente se plantea un ciclo de ejercicios con 10 días de duración para programar correctamente nuestro cerebro y ser capaces de adquirir esta habilidad tan necesaria.
En algunos momentos de nuestra vida, no hemos tomado el camino correcto, y esas malas decisiones son las causantes de algunos problemas que nos han surgido.
Esas malas decisiones son la consecuencia de habernos dejado dominar por algunos defectos, y simplemente debemos reconocer ese “error”.
A través de nuestros errores tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender algo nuevo.
Cuando revisamos las consecuencias de una acción que acabamos de realizar, es cuando podemos reconocer el error que cometimos. Debido a esto, nos resulta tan difícil prevenir algunos errores, porque sólo podemos reconocerlos una vez que los hemos cometido.
Desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar nuestras equivocaciones amplía nuestra visión de la realidad, nos impulsa a asumir nuestra responsabilidad y nos enseña, además, a reconocer la presencia de personas afectadas por las consecuencias de nuestras equivocaciones.